lunes, 23 de enero de 2012

Verdadera desventaja femenina




Publicado en END 13/05/05

Desde hace mucho tiempo he venido observando el comportamiento femenino en relación a temas como autoestima, valores, sentido de superación, etcétera. Mi objetivo es encontrar en qué punto del crecimiento de una mujer es donde ella se permite creer que es inferior a un hombre, pues sólo si existe esa creencia, es posible que una mujer permita se le maltrate de tantas maneras.

Entrevistando a muchos padres de familia, en busca del entendimiento en cuanto en qué medida repercuten en la forma de pensar de sus hijas los temas antes señalados (autoestima, valores, sentido de superación, etcétera). En una gran cantidad de ocasiones su "forma de pensar" no coincidía exactamente con su forma de actuar, ya que el "amor propio" que dicen inculcarles a sus hijas mujeres, no es real. A pesar que podría parecer una observación banal, cualquier análisis que se realice sobre la situación de la mujer en Nicaragua es importante, debido a que repercute inmensamente en el desarrollo de nuestro país.

La participación política y económica de la mujer en Nicaragua es inferior a la del hombre. En los casos de violencia intrafamiliar, en un gran porcentaje se caracteriza por maltrato que reciben las madres e hijas mujeres. Los puestos de mando, en las empresas, y distintas instituciones muy pocas veces son ocupadas por mujeres.

En el mundo político se puede apreciar claramente la situación de exclusión padecida por las mujeres. Siendo más de la mitad de la población, sólo uno de cada diez escaños de los parlamentos del mundo está ocupado por una mujer y su participación en los gabinetes de los gobiernos nacionales es todavía menor. Sólo en países como Noruega, Suecia y Finlandia alcanzan tasas de participación superiores al cuarenta por ciento en los gabinetes ministeriales. En 1995 Suecia ofreció al mundo el primer gabinete de la historia con un cincuenta por ciento de mujeres. Para que las mujeres ejerzan una influencia real sobre los procesos políticos, es necesario que los parlamentos estén integrados por mujeres en un treinta por ciento. En los parlamentos de los países árabes la participación de la mujer apenas alcanza el cuatro por ciento. En países relativamente ricos como Grecia, Kuwait, Corea del Sur y Singapur, la mujer tiene un cinco por ciento de participación o menos. En el mundo en general, al igual que en Nicaragua, la representación de la mujer en la administración local suele ser mejor que en la nacional.

Internacionalmente el trato a la mujer es discriminativo; la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer- no fue ratificado ni firmado por 47 países miembros de la ONU, y 43 países que sí lo ratificaron o se adhirieron a él, hicieron reservas. Un investigador chileno, Carlos Gradin, en una investigación realizada sobre la "Situación de la mujer", señalo:

"Estas discriminaciones afectan fundamentalmente a aspectos ligados a la adquisición de nacionalidad por parte de extranjeros casados con una ciudadana nacional en países de Asia occidental y África septentrional; administración de bienes, al persistir la tutela del esposo en Chile y algunos países del sur de África; derecho de los esposos a restringir el trabajo de la mujer en Bolivia, Guatemala y Siria; derecho a viajar, dado que para obtener un pasaporte las mujeres requieren de consentimiento del esposo en algunos países árabes y, a la violencia que sufre la mujer, dado que en gran parte de América Latina la ley exonera al esposo que asesina a su mujer si ésta es descubierta en flagrante adulterio, junto a la escasa protección frente a violaciones, malos tratos, etcétera". En la misma línea de análisis antes referida, es importante notar cómo no solo como países subdesarrollados existe maltrato a la mujer, sino que es una situación, real y latente para todas las mujeres del mundo.
En Nicaragua, a pesar de los notables esfuerzos que se han logrado, como la creación de una Comisaría de la Mujer, realizado en los últimos años, aún no se ha logrado superar en su mayoría la situación de la mujer nicaragüense. Los casos de violencia intrafamiliar en contra de las mujeres aún son muy comunes y abundantes. La desventaja laboral de las mismas, es obvia en cualquier institución sea esta del Estado o en la Empresa Privada.

Es importante que analicemos cuál es la causa de todo este maltrato recibido por la mujer, y aunque no se puede negar que ha sido ella misma la que se ha venido abriendo paso en el mundo, es importante entender y conocer por qué una mujer en el Siglo XXI es víctima en tales proporciones de maltrato. Los países latinoamericanos se han esquematizado como "países machistas"; sin embargo, el machismo no está restringido a países ni regiones, es un hecho latente en el mundo entero.

El maltrato de la mujer en muchas ocasiones es producto de la educación que recibe en su casa y de la sociedad en general. Los padres, en una gran cantidad de casos, educan a las mujeres a someterse a esa condición de inferioridad. Las madres, primordialmente, subconscientemente entrenan a las mujeres a que sean "buenas esposas", pero implícita en esta frase va la condición de subordinación y sometimiento. ¿Cuántas veces no hemos escuchado las frases como "tenés que cuidar a tu esposo, porque si no se te va a ir", "Tenés que aprender a cocinar porque sino te devuelven", "no se le debe contradecir a tu marido"; "tu lugar es en la casa y el de tu marido es la calle"; "dale todo lo que necesita en la casa o sino lo va a andar buscando en la calle"; "tenés que buscarte un buen marido que te mantenga"?

Por más inocentes que podrían parecer estas "frases" son un indicio claro de la raíz del problema de todas las mujeres. Las madres inconscientemente y algunas conscientemente, entrenan a sus hijas, en una gran cantidad de casos, a vivir en un mundo de inferioridad y que esta situación a su vez, la consideren normal y en muchos casos correcta. Es en este contexto que se considera que el "machismo" no es propiamente de los hombres, sino más causado por las mismas mujeres.

Si no se logra atacar esa situación que se desenvuelve en el núcleo familiar, la situación de las mujeres no cambiará en su totalidad jamás, ya que todas aquellas cosas que nosotros interiorizamos como normales, lógicas y correctas son las que más difícilmente cambiaremos en el transcurso de nuestras vidas y peor aún es el hecho que son las que nosotros también trataremos de inculcar a nuestros hijos.

La trascendencia de este tema es enorme, ya que más de la mitad de la población de Nicaragua, son mujeres. Si se logra un avance en el género femenino, se lograría entonces un avance general de la condición humana y del desarrollo de nuestro país.

*Datos estadísticos, tomados de Investigación realizada por el Sr. Carlos Gradin, en un trabajo investigativo llamado "Análisis de la Situación de las mujeres

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